El jueves 10 de Mayo de 2007, por orden de la Jueza a cargo del Juzgado de Instrucción 36, Guillermina Martínez, fue arrestado dentro de la Comisaría 36º y en cumplimiento de sus funciones, un subinspector de la Policía Federal, imputado por el homicidio de Eduardo Córdoba.
Al día siguiente a la mañana se levantó el secreto de sumario y se le recibió declaración testimonial a uno de los principales testigos de los hechos. A su término se tomó declaración indagatoria al implicado, se dispuso su procesamiento y encarcelamiento por el delito de homicidio.
Saludamos estos hechos sabiendo que lamentablemente es excepcional la celeridad y corrección de estas últimas medidas desarrolladas por la jueza en nuestro sistema de justicia.
Remarcamos que somos conscientes de que responsable por esta muerte y todos los casos de asesinato perpetrados por las fuerzas policiales en nuestra ciudad y nuestro país es la institución policial en su conjunto, vamos a seguir de cerca, siendo parte, esta causa y continuaremos con la tarea emprendida de construir la condena social hacia los responsables señalados, hacia el planteo sobre la función policial.
Volvemos a explicitar que si la sociedad espera que sea esta policía la que le brinde la seguridad que reclama, lo único que conseguirá es todo lo contrario, el atropello institucional de los derechos fundamentales. Nuestra historia nos muestra que las fuerzas de seguridad están entrenadas para, y tienen la costumbre de, matar.
Abrazamos a todas y todos, personas y organizaciones, que se acercaron en estos días para condenar este hecho, solidarizarse con nuestro dolor y asumir en conjunto esta tarea que emprendimos.
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